Amazonizar Bolivia 05.10.19// Hermanos y hermanas de los pueblos de la Amazonía se reunieron en oración la noche del 5 de octubre en una Vigilia en la Iglesia de la Tansportina, en Roma – Italia, dentro de un ambiente alegre en la espera del Sínodo Amazónico que es desde su anuncio, el signo profético de la Iglesia y de la humanidad, como lo destaca el sacerdote Filippo Ivardi, Misionero en la Amazonía.P. Filippo Ivardi
Los pueblos originarios de la Amazonía presentaron sus cantos, danzas, frutos, sueños, esperanzas y gritos que quieren ser escuchados.
En un primer momento se dio lectura a textos del Instrumento Laboris (Instrumento de trabajo del Sínodo) a partir del cual los hermanos y hermanas sinodales comenzaran también su reflexión y del que se destacó la importancia de este encuentro en Roma que no se trata únicamente de la Amazonía en peligro, sino de una amenaza para el mundo en su conjunto.
En un segundo momento se profundizo el tema de la Ecología Integral, que el Papa Francisco tiene en su corazón y es parte del tema central en el Sínodo: “La cultura de la Amazonía, que integra los seres humanos con la naturaleza, se constituye en un referente para construir un nuevo paradigma de ecología integral” (IL56)
Más adelante la Iglesia profética de la Amazonía, en la que se ha dado paso a la voz de los mártires de la Amazonía como Chico Mendes, Dorothy Stang y Ezequiel Ramin, mártires y defensores de la justicia.
En este espacio se reflexionó el Evangelio de san Mateo, sobre las Bienaventuranzas, donde el Cardenal Pedro Barreto, Presidente del Sínodo y Vicepresidente de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) ayudo a entrar en la riqueza de la Palabra de Dios, presentando a Dios como Trinidad, ejemplo de Comunión y aliento de vida, en segundo lugar al santo italiano, San Francisco de Asís, Patrono de la Ecología, que se dejo llevar por el amor a los pobres donde veía el rostro de Cristo y finalmente en su intervención Cardenal Barreto, llamó a cada uno de los presentes a la unidad en este tiempo de encuentro que abre nuevos caminos para la Iglesia y el mundo.
El Sínodo es una motivación para vivir y permanecer en la alegría y la esperanza: “Ahora estamos en el momento de la alegría para celebrar este momento, que es un signo profético por la Iglesia y por la humanidad”, expresó Padre Filippo.
La celebración concluyó con alegres cantos y el obsequio de aros de tucum, muy significativo ya que es el signo de compromiso con los excluidos de la sociedad.