Dos mundos están chocando, el mundo del progreso con su voraz deseo de acumulación de capitales y el mundo humano que únicamente quiere acumular relaciones. El Mundo del progreso ejerce una constante agresión al mundo humano porque se fundamenta en un modelo productivo empresarial y se cree superior al modelo productivo comunitario del mundo humano.
Padre Fabio Garbari.
Minería, expansión de la frontera agropecuaria y sistema productivo familiar comunitario, fueron los pilares de la exposición de Martín Torrico, durante el segundo conversatorio “Amazonia y Pueblos indígenas” un espacio propiciado por la REPAM Bolivia y el Centro de Promoción del Laicado “Ricardo Bacherer” CEPROLAI, que utilizando los medios tecnológicos ha unido fronteras para hablar sobre las Agresiones a la Amazonia.
Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, afirma Torrico, la minería del oro en Bolivia ha descargado alrededor de 100 toneladas al año de mercurio ambientalmente contaminante, es decir alrededor del 6% de todo el mercurio arrojado al medio ambiente del mundo.
Por otra parte, el expositor afirmó, que la expansión de la frontera agropecuaria está directamente relacionada a políticas de estado y normativa que han promovido la habilitación de campos de cultivo y pastoreo de ganado.
La producción de monocultivos en estas zonas está principalmente destinada para la producción de biocombustibles y alimentación de animales. Estos siguen un modelo de producción extractivista que no está en concordancia con las formas tradicionales de producción de los pueblos indígenas.
Las organizaciones indígenas de la Amazonía mantienen formas tradicionales de producción de alimentos en sus comunidades, las cuales no están en concordancia con el modelo agro industrial que impulsa los monocultivos asociados al uso de transgénicos.
Es por eso importante considerar que existe un potencial productivo que recae en la producción de castaña y las más de 11544 hectáreas de cacao silvestre en Bolivia.
La diversificación productiva de los territorios indígenas del TIM y TIMI es alta, según un estudio realizado por CIPCA-2018. Los diversos subsistemas como el agrícola, pecuario, transformación, forestal no maderable, caza, pesca y artesanías generan un aporte significativo para la seguridad alimentaria de las familias y municipios en la Amazonia.
Tres son las instancias mencionadas en el conversatorio que se encuentran tratando estos temas el Tribunal Internacional de los Derechos de la Naturaleza, instancia internacional, en defensa de los derechos de la naturaleza. La Asamblea por los bosques de Bolivia, en defensa de los bosques y su conservación y la Asamblea Mundial para la Amazonia que congrega a los nueve países amazónicos.
Diversos testimonios y reflexiones se dieron paso, en las dos mesas de análisis desarrolladas a través de la plataforma zoom, durante el mencionado conversatorio, en cada una de ellas se debatió sobre la ampliación de la frontera agrícola y las amenazas a la Amazonia.
Algunas conclusiones dan cuenta de la necesidad de generar políticas gubernamentales que vayan a fortalecer el área de producción agrícola evitando el uso de transgénicos, y que sean favorables a las poblaciones y regiones más necesitadas respetando el ecosistema y la cultura de los pueblos indígenas amazónicos.
Tierra y territorio continúa siendo un tema de disputa que no tiene únicamente una base material sino un fundamento espiritual que tiene que tomarse en cuenta.
La realidad que viven las familias y comunidades en el trópico de Cochabamba es difícil, dura y dolorosa, por la incidencia política que se vive en el sector y que ha obligado a muchos a dejar de lado la producción de alimentos para dedicarse a la plantación de coca. Se observa un avasallamiento no solo de tierras sino de culturas, de costumbres y cosmovisiones.
Velar por el planeta quiere decir tomar conciencia del sufrimiento de hermanas y hermanos en la Amazonia que son víctimas de una amenaza constante del aniquilamiento de su cultura y tradiciones, por tanto se hace necesario cuestionarnos sobre el accionar que desde el occidente de Bolivia se puede realizar para frenar las agresiones ruines a la Amazonia.
“Al principio pensé que luchaba para salvar los árboles del caucho. Más tarde pensé que lo hacía para salvar la selva amazónica. Ahora sé que estoy luchando para salvar la humanidad.
Chico Mendes” (1944-1988)
Por Nataly Carrasco, Coordinadora de Comunicación de CEPROLAI