Mons. Antonio: El Señor me ha despertado para la gratitud

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https://www.iglesiaviva.net/ Mons. Antonio Reimann, Obispo del Vicariato Apostólico de Ñuflo de Chávez, comparte su testimonio de fe después de superar el COVID – 19. En su experiencia asegura que el Señor lo ha despertado para la gratitud y pide a las familias mantenerse unidas como la mejor defensa contra todo tipo de virus.

Durante la enfermedad

Siendo el primer Obispo de Bolivia en contraer la enfermedad y el primero en Concepción, Mons. Antonio, manifiesta haberse sorprendido con el resultado positivo de Covid – 19: “una sorpresa, he sido la primera persona contagiado en Concepción, imagínese que terremoto ha sucedido”, una de la primeras preguntas tras conocer los resultados fue “¿Por qué me pasa eso Señor?… sentí impotencia frente a esa noticia”.

La fe es un gran don de Dios

“La fe es un gran don de Dios”, nos dice el obispo, al tiempo que reflexiona sobre la falta de gratitud ante este don cuando todo parece ir bien. Sin embargo para el obispo resulto distinto llevando la enfermedad con la Palabra de Dios y del Rosario, fortaleciendo su propia fe y la seguridad de los enfermos internados en el hospital: “no me imagino cómo sería mi vida si no tuviera en este tiempo, un espacio para escuchar la Palabra del Señor del día, cada día tiene su pasaje bíblico y no reflexionar este pasaje bíblico en la situación en la que me encuentro, no me imagino cómo sería mi vida si no tuviera tiempo y espacio (porque estuve casi dos meses en un cuarto) sin agarrar el santo Rosario para meditar la vida del Señor, la vida de su madre y también relacionando estos misterios, tanto gozosos como dolorosos, también con misterios que estuve viviendo, cómo sería mi vida si no celebraría junto a la camita en mi cuarto la Eucaristía, si en esta Eucaristía me unía también, no solo entregaba la preocupación por mi salud, sino por los enfermos de este hospital”.

La oración en la enfermedad

Mons. Antonio invita a la oración constante: “Es verdad que no es fácil la oración cuando el dolor aprieta, pero en la oración lo más importante no es lo que uno hace o dice, sino unir la experiencia que uno vive con la experiencia del Señor, y es importante porque el peso se hace más liviano”.

El Señor me ha despertado para la gratitud

“Después de la pandemia sentí que tengo que estar más agradecido, más agradecido por los pequeños detalles de cada día”, comparte Mons. Reimann, ya que desde su experiencia en cuarentena, no podía disfrutar de los rayos de sol, “me di cuenta digamos que importante es agradecer al Señor por cada rayo del sol, agradecer al Señor por el viento, agradecer al Señor también por cada respiración, agradecer al Señor por las personas que entraban y se comunicaban conmigo… agradecer al Señor por cada detalle. La palabra “Post Pandemia” quiere decir, el Señor me ha despertado para la gratitud”.

Con Dios la vida nunca muere

“Me acuerdo de las palabras que el Papa Francisco pronunció la tarde del 27 marzo en la plaza de San Pedro y  entre otras palabras decía que: “con Dios la vida nunca muere”, la vida no termina sino se transforma, por eso decirles a las personas que Jesús está dentro de esta experiencia”, y agrega “el Señor nos invita a no desesperarnos, porque donde Él está la vida no muere” y a las familias afectadas también por la pérdida de sus seres queridos y no pueden estar cerca ellos les dice: “Aprovechar cada instante de nuestra vida para amarnos entre nosotros, unos a los otros, porque amar es la vida y no después de la muerte. Y seguramente que nuestros hermanos que han partido a la vida eterna han sembrado buenas semillas, saber cultivar estas buenas semillas, y si cultivamos estas buenas semillas ellos estarán, no solamente en la memoria, sino en esta vida”.

La familia unida es la mejor defensa contra todo tipo de virus

En su mensaje, Mons. Reimann se dirige a las familias, no solo familias de sangre, sino también las familias espirituales a través del bautismo y a la gran familia de la nación: “No desaprovechemos esta oportunidad y esta gracia que el Señor nos da, hemos sido creados a imagen de Dios, que es familia, a la familia trinitaria. Y que las mejores defensas, tiene uno cuando vive unido a la familia de Dios y entre nosotros. En una familia, si la familia está unida produce las mejores defensas, mientras la familia dividida está debilitada, expuesta, no solamente al Coronavirus sino expuestas también otros virus, como atacan a la familia toda clase de injusticias, maltrato, infidelidad y todo eso, tratar de estar unido a Dios familia y extender estos lazos de Él, de la comunión, de la comunidad entre los familiares es la mejor defensa.

Asimismo el Obispo recalca la importancia de redescubrir la belleza de la vida, de la gratitud y de la fe “porque el que cree nunca está solo, la fe nos une y nos abre al amor que Dios nos tiene”, afirma e invita a descubrir la belleza de la fe que “nos une con el Señor, nos hermana entre todos y nos hace custodios y  guardianes de la creación, la creación nos ayuda a vivir y sobrevivir dignamente”.

Finalmente el Obispo agradece la entrevista a la Comisión de Comunicación de la Conferencia Episcopal y a todas las personas, asegurando la unidad en la apertura a la vida y en el compartir la vida con aquellos que pasan momentos difíciles. Y concluye la entrevista con una bendición.

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